Candelaria visita Tumaco: Un proceso de transformación desde el territorio y el liderazgo de las ni

Las transformaciones sociales son parte fundamental del desarrollo de una comunidad. En los territorios de Colombia actores locales buscan la manera de adelantar proyectos de transformación en zonas poco atendidas y con grandes retos en materia educativa, social, ambiental y cultural. Uno de esos territorios es Tumaco, una región rica en diversidad, colores y formas y que tiene mucho que entregar no solo a sus habitantes sino también al país entero. Hasta allí ha llegado Candelaria para conocer iniciativas que han permitido que niños, niñas y jóvenes trabajen desde el liderazgo territorial en transformaciones que benefician a sus comunidades y que contribuyen a fortalecer su arraigo al territorio y lo que este representa para ellos. El equipo de Nuestro Flow tuvo la posibilidad de conversar con Ángela Sofía Mora, quien está realizado una maestría en Diseño para la Innovación Social en la Universidad de Nariño y se dedica a promover el liderazgo territorial con niñas de un barrio vulnerable de Tumaco llamado Los Ángeles California. Para ello, utiliza diversas herramientas, a las que recientemente se ha unido Candelaria, convirtiéndose en un instrumento de apoyo a la hora de dinamizar y visibilizar los procesos en marcha.

Foto: Ángela Sofía Mora

Nuestro Flow: ¿Cómo conociste a Candelaria y que fue lo que te motivo a trabajar con ella?

Ángela Mora (A.M): Candelaria es resultado de un rastreo en redes sociales, que consistía en identificar iniciativas de empoderamiento de contenido didáctico para niños y niñas. Atrajo mi atención por el mensaje que llegaba a los niños y niñas afrocolombianos, acerca de la virtud y la fortaleza de ser niño o niña y decir la verdad. Tenía curiosidad por saber la reacción de los chicos de Tumaco al ver una muñeca tan bonita y con tanta personalidad. Nuestro Flow: ¿Cuéntanos cómo fue el acercamiento de las niñas y niños a Candelaria?

(A.M): Las niñas estaban emocionadas por saber qué había dentro de la mochila; las calcomanías fueron la sensación. Sin embargo, quienes primero tocaron a Candelaria fueron 2 niños de 4 y 7 años quienes la acariciaron y se detuvieron a ver el cabello. El interrogante más común entre todos era saber si Candelaria existía en la vida real.

Nuestro Flow: ¿Qué expectativas tenías para Candelaria al llevarla al aula?

(A.M): Las expectativas con Candelaria giraban en torno a reconocer que existen personajes imaginarios que tienen semejanzas a las niñas y niños afrocolombianos. Estos personajes deben visitar a los chicos en su vida cotidiana y llevar el mensaje de ella de liderazgo. A través de Candelaria, las niñas y niños pueden hablar sobre lo que sucede en su territorio, sobre sus historias.

Nuestro Flow: Tumaco es una región que valora mucho su territorio ¿Cómo fue esa articulación de Candelaria con el tema de liderazgo territorial que vienes trabajando con los niños, niñas y jóvenes de la zona? (A.M): Tumaco es una región con mucho talento y que aporta a la memoria histórica del país. Desafortunadamente, las problemáticas por las que atraviesa la región nublan las oportunidades de aprovechar su riqueza humana. La casa de la memoria de Tumaco, por ejemplo, ha liderado su programa para jóvenes y niños porque es otra la historia que hay que contar. Candelaria permite que estas entidades que están diseñando estrategias para esta población, se acerquen de una manera más dinámica a quienes asisten a los talleres y acoger a la población necesaria para que estos lugares se conviertan en epicentros de movilización y liderazgo.

Nuestro Flow: ¿Qué sigue para Candelaria en Tumaco?

(A.M): Candelaria es una chica que va a conocer más del talento tumaqueño y nos ayudará a contar problemáticas desde otras perspectivas, en otros escenarios visuales, narrativos, escénicos.