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Día del trabajo o esclavitud moderna?


Darnos cuenta que aún hoy, en pleno siglo XXI, seguimos utilizando la expresión “Trabajar como negro” nos evidencia varias carencias que como sociedad tenemos. En primera medida nos da cuenta del poco cuidado que le tenemos a las palabras, de la poca importancia que le damos al poder que éstas tienen en la configuración de los individuos y también de la sociedad, y por último, es evidente que si aún hoy usamos estas expresiones es porque algo no está bien en nuestros trabajos, no nos satisfacen y hacemos parte de los esclavos de la sociedad moderna.


Para entender un poco más lo anteriormente planteado, comenzaremos por analizar las expresiones discriminatorias y racistas que se usa cotidianamente, de manera casual y hasta jocosa, en nuestro contexto laboral, con nuestros familiares y amigos. “Me negriaron”, “Trabajar como negro” y “Trabajar como negro para vivir como blanco” son expresiones que se crearon en la época de la esclavitud para generar una brecha social por el color de piel, y seguirlas usando después de tanto tiempo, de manera inconsciente y en algunos casos de manera consciente, contribuye a la discriminación racial y usarlas nos hace también responsables de esta situación.


Continuar perpetuando el uso de estos significado que surge en la época de la esclavitud, parte de una ignorancia arraigada en una sociedad que poco conoce y entiende su historia, una sociedad indiferente y poco reaccionaria hacia el dolor del otro. Es por esto que desde el lenguaje somos cómplices y responsables frente a la grave problemática de discriminación racial que todavía las comunidades negras sufren en Colombia y alrededor del mundo.


Por otro lado, utilizar estas expresiones hace que creemos que el explotado sigue siendo el “otro” y no nos damos cuenta que diariamente somos explotados por un sistema al que ya no le importa el color de piel, al que hace tiempo le dejo de importar nuestro bienestar y al que sólo le importa seguir alimentado el consumismo y que nosotros nos sigamos endeudando.


Aprovechando el día del trabajo, los invitamos a reflexionar sobre la esclavitud moderna. Esa que creemos que no existe o que es de unos pocos. Esa que nos han disfrazado con trabajos en donde ganamos mucho, vemos poco el sol y no paramos de endeudarnos para cumplir con los estereotipos impuestos que nos permiten “pertenecer” a esta sociedad. Esa esclavitud que nos lleva a trabajar 12 horas diarias, sábados y domingos, para enriquecer a unos poco, para olvidarnos de nosotros y de los que queremos por seguir perteneciendo a este sistema.


Qué tal si aprovechamos esta ocasión para contestarnos sinceramente: ¿Lo que hago diariamente me motiva, me satisface, me hace mejor persona? ¿Me levanto todos los días con ánimo y con ideas nuevas para desarrollar? o ¿Soy una máquina que produce y sigue órdenes de otros?, ¿Pongo a producir mi cerebro todos los días o me dicen que hacer y lo hago sin cuestionar ni preguntarme? ¿Mi celular, carro, casa, educación, computador, zapatos, ropa, tarjetas de crédito... cuándo las terminaré de pagar?


Si todas estas respuestas nos llevan a repensarnos nuestro modelo de vida por que el panorama no es muy optimista, es momento por comenzar a cambiar y podemos comenzar por cambiar nuestro lenguaje. Aceptemos que la esclavitud del blanco hacia el negro ya pasó y por ende utilizar expresiones que lo recuerden es irrespetuoso. Cuidemos nuestras palabras, pensemos antes de hablar y utilicemos un vocabulario respetuoso e incluyente. Luego de esto, seguro seremos más conscientes de nuestra relación con los otros, de nuestro propósito en este mundo y así tal vez es posible que despertemos la conciencia para tomar un mejor rumbo de vida.

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