"Negra" una palabra que tiene color.

Foto por: Juan Pablo Zuluaga
Nací en una familia “blanca” aunque hace poco descubrí que lo correcto es hablar de mestiza, porque es lo que somos, una mezcla de indígenas, negros y españoles que hace mucho tiempo atrás se encargaron de poblar nuestra región y por supuesto nuestro país, Colombia. Sólo que hasta la fecha no somos capaces de reconocerlo.
Aunque mi padre es de Boyacá, mi madre del Tolima y yo de Bogotá, nací siendo la más “oscurita” de mi casa. Piel trigueña, café, morena… o como se le quiera decir. Y entre mi familia y mis amigos la “negrita” o la “chocolatina”, como mi mamá me decía para empoderarme y protegerme por si alguien en la calle me decía “negra” para ofenderme, eso lo vine a saber hace poco tiempo cuando ella lo confesó. Aun me dice así.
Me encanta que me digan “negra”. Me encanta porque siempre me lo dijeron con amor y cariño, me encanta porque nunca noté la diferencia entre alguien de piel blanca, roja, morena o negra. Me encanta porque simplemente crecí pensando que era un lindo color para describir mi tono de piel y para mi tiene un hermoso significado y está lleno de color.
Sin embargo, con el tiempo y con experiencias vividas entendí que ser “negro” para muchas personas que sí son negras no era significado de alegría ni de encanto como para mi. Para muchas personas de nuestro país ser “negro” es cargar con una historia en la espalda que llevas de generación en generación y es difícil salir de ahí. Ser “negro” en Colombia se ha convertido en uno de los problemas más grandes que una persona puede vivir, la discriminación y eso ha llevado a que no conozcamos la cultura negra y no valoremos lo mucho que ésta ha aportado al desarrollo de nuestra cultura colombiana.
Es por esto que con la inquietud por conocer más sobre mis facciones negras, que empecé a reconocer al mirarme al espejo, los ritmos africanos que bailo el fin de semana, en la salsa y la champeta, y por conocer más sobre la historia de la comida y la historia de esta cultura maravillosa, me encaminé a visibilizar, a comunicar y a aprender sobre todo lo que las comunidades negras tienen para enseñarnos.
Es maravilloso ir descubriendo a través de "El negro está de moda" la cultura negra que tenemos en nuestro ADN de colombianos mestizos que somos.
Con este proyecto he podido comprender que las palabras tienen poder y reconocí que el poder que tiene la palabra "Negra" para mi está lleno de color, lleno de magia y llena de historias que quiero seguir conociendo.